Protege a los polinizadores como abejas, asegurando la polinización de cultivos.
Eficaz contra plagas como trips, araña roja e insectos de cuerpo blando.
Preserva la calidad del suelo, manteniendo saludable la microbiota esencial.
Disminuye la resistencia a plagas, evitando la adaptación de las mismas a los tratamientos.
Facilita la certificación orgánica, abriendo acceso a mercados premium para agricultores.